Personas interesantes

jueves, 28 de marzo de 2013

El Arquillo o la Villa de El Arco (Cañaveral, Extremadura)

La villa de El Arco, o El Arquillo, se encuentra en las cercanías de Cañaveral, junto a la autopista A-66, encaramado a la sierra de Cañaveral y de Pedroso de Acim, 
pero a poco más de media hora al norte de Cáceres.


Se trata de una pequeña localidad abandonada en los años 1960 que aún atesora entre sus casas y sus calles motivos más que sobrados para perdernos entre sus piedras vetustas.

Calles empedradas por las que fluye el agua en cualquier época del año susurrando tantas vivencias al borde del olvido


Más pronto que tarde, el Gobierno de Extremadura tendría que declarar El Arquillo como
 Bien de Interés Cultural.

La villa, hoy abandonada (aunque no del todo), gozó de un pasado encomiable que aún se vislumbra en sus coquetas plazuelas y que día a día es desvelado por los investigadores locales.




 Lo más vivo de la localidad es su ermita, con categoría de iglesia, que ubicada en un lugar más que privilegiado, recibe periódicamente la visita de antiguos vecinos y nuevos amigos de El Arco.

 
Junto a la iglesia, un diminuto cementerio con tres sepulturas anónimas para casi todos.
Una imagen que se expresa por sí misma.




El entorno se recupera despacio del devastador incendio de 2006 que calcinó 2000 has. de matorral y arbolado en la sierra. Aunque los chopos ya están brotando...

 

Aunque sólo fuera por las vistas, merece la pena la visita. 
Desde El Arco se contemplan los inmensos llanos que lo unen a Cáceres, 
la enorme masa de agua embalsada en Alcántara y, en un guiño a la modernidad, 
el  colosal viaducto por el que algún día volará el AVE.




En uno de los más hermosos rincones del pueblo emerge un olmo centenario que muestra todas las cicatrices del pasado. Pero esa criatura venerable, hoy agonizante, la dejamos para otra entrada...

miércoles, 20 de marzo de 2013

Un paseo por las nubes

Cercanías de Cañamero, en Las Villuercas
 

 Trujillo


 Corredor Natural Cáceres-Badajoz a su paso por Malpartida, cerca de Los Barruecos.

La Enjarada, a las afueras de Cáceres

lunes, 18 de marzo de 2013

Abonad, abonad...


Al leer la enciclopédica entrada de mi vecino de bitácora (leerla aquí), 
no he podido sustraerme a buscar en mi archivo esta imagen. 
Para ambientar.
(Trujillo, Extremadura, 2012)

domingo, 10 de marzo de 2013

Quinta de Sto. Antonio (Elvas, Portugal)

En el corazón del Alto Alentejo, a pocos minutos de Elvas y unos pocos más de Badajoz, se encuentra el atractivo hotel y restaurante Quinta de Santo Antonio.


El edificio que lo alberga es una tradicional y elegante quinta alentejana que se integra en el paraje llamado Monte Amoreira, de unas 17 hectáreas. Un verdadero oasis.



Lo más conocidodel enclave son sus jardines, plagados de mitológicas referencias fluviales, que generan todo un microclima que invita a sumergirnos en sus paseos.



Pero lo más atractivo es su faceta rural, cómo la Quinta de Santo Antonio refleja un Alentejo desbordante de entornos y detalles de un ambiente repleto de tradiciones que nos hace retroceder en el tiempo.

Con su monumental portada y la señorial fuente de marmol que tanto abunda en estos lares, este edificio levantado en el siglo XVIII encarna como pocos la mejor arquitectura de las antiguas Fincas potuguesas, conjugando la armonía de los jardines del gusto dieciochesco con el envolvente entorno lentejano.



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